martes, 22 de septiembre de 2015

"Capitalismo vs Socialismo"

Por: R. Benjamín y Esteban Guama

Las balsas cruzando de Cuba hacia la Florida -o la caída del muro de Berlín y la URSS- siempre fueron mostradas en los medios como el fracaso del socialismo y el triunfo del "mundo libre", que no es más que otro nombre con el cual los defensores del liberalismo llaman al capitalismo para adornarlo con otro nombre.



Las embarcaciones atestadas de inmigrantes cruzando de África hacia Europa podrían desde luego ser presentadas como el fracaso de ese sistema el cual siempre ha estado en crisis, pero eso no lo harán los medios de defensa del capitalismo, quienes dirán que son migraciones desde países en crisis por X o Y motivo, siempre relacionado con su condición "tercermundista", nunca como consecuencia de las acciones del "mundo libre" sobre tales países en los últimos 5 siglos.
Suficientes ilusos con visiones románticas de "Occidente" servirán de coro, como ya hemos visto.
Un pequeño punto y aparte: reitero, jamás vi un balsero cubano desnutrido ni sin educación, como sí lo he visto cada día de mi vida en este "mundo libre"... ¡Ay pero nosotros tenemos derecho a elegir!, dirán los que quieran decirlo. Y yo les digo, que si a mí  me dejan elegir entre poner maestros en las escuelas y comida en el plato de cada niño, por un lado, o subsidiar la existencia de partidos y pagar salarios de diputados, por el otro, no demoraría ni un segundo en firmar lo primero. Demagogo, dicen algunos. Yo le llamo prioridades. Y digo además, que en efecto, una cosa no excluye la otra, pero que democracia sin derechos no es democracia, y como dice su concepto democracia en el poder de la mayoría.
Volviendo al tema, quizás tengan razón en no llamar esta crisis como el fracaso del capitalismo. Quizás sea todo lo contrario, quizás esta crisis, como la financiera, la social, la ecológica, tenga que ser llamado el punto más alto, el éxito, la muestra del triunfo -siempre temporal- de un modelo de civilización construido sobre la explotación del ser humano, el despojo a los pueblos y la devastación del planeta.

¿A qué otra cosa podía aspirar una estructura construida sobre semejantes bases? ¿Por qué pretender que aquello que desde nuestra ética vemos como el fracaso de la humanidad, sea visto como el fracaso del capitalismo en lugar de su triunfo, considerando a este tal y cómo es?

Y precisamente su triunfo, las consecuencias ya hoy visibles de lo que su triunfo significa, las contradicciones insalvables entre la libertad que predica y las miserias que produce, el hecho de reconocer su triunfo como fracaso de la humanidad, será el llamado más evidente e irrenunciable a seguir buscando y construyendo nuevos caminos.

Nuevos caminos que -valga señalar para quienes aún alimentan su propuesta política a partir del dogmatismo o la simple pereza mental- no serán vistos a partir de la reducción obligada del debate a la dicotomía capitalismo vs socialismo "como me lo aprendí en el manualito infalible del siglo pasado" o según "mi particular interpretación de la verdad científica suprema", llamando a la unidad por la vía del desprecio y el garrote.

En ese contexto se ubican hoy en día el restablecimiento de relaciones entre Cuba-EE.UU, donde el primero sin renunciar a su proyecto social “democrático”, ya que como dice el concepto,  cuenta con el apoyo mayoritario de su población, logro a base de resistencia y lealtad a sus principios, que el segundo reconociera el fracaso de su política de aislamiento y bloqueo por más de 50 años.
Al final no es necesario un vencedor o un vencido sino que se respete el derecho de cada pueblo a escoger su destino,   esa es la base de la paz y la coexistencia entre” vecinos”.

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